Se marcado un punto de no retorno para la mitad de la selva amazónica.

Un alarmante estudio liderado por la Universidad Federal de Santa Catalina y colaboradores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas español, revela que la mitad de la Amazonía enfrenta un futuro incierto, con el riesgo de desaparecer para el año 2050.

Publicado en la prestigiosa revista Nature, el informe destaca que dos umbrales críticos, relacionados con la deforestación y la degradación del bosque amazónico, ya han sido superados, señalando un punto de “no retorno”.

La investigación identifica cinco factores principales, incluido el aumento de la temperatura y la disminución de las precipitaciones, como desencadenantes potenciales de cambios profundos en la región.

Estos cambios no solo tendrán un impacto local, sino que también repercutirán a nivel global en la regulación climática del planeta, así como en la pérdida de biodiversidad y diversidad cultural.

Los expertos establecieron varios puntos de inflexión críticos, como una deforestación acumulada del 20%, superada en la actualidad en un 13%, y un aumento de la temperatura media global, situado en 2 grados, con un límite seguro para el bosque amazónico de 1.5 grados. Además, alertan sobre la duración de la estación seca, estableciendo como límite seguro cinco meses, mientras que el umbral crítico se sitúa en ocho meses.

La investigadora Encarnación Montoya, del instituto Geociencias Barcelona, advierte sobre el “efecto cascada” que puede desencadenar la deforestación, aumentando los impactos negativos en la región. Con la Amazonía considerada como un “refrigerador” del planeta y un sumidero crucial de dióxido de carbono, su degradación amenaza con exacerbar los efectos del cambio climático a nivel global.

Este estudio subraya la urgencia de tomar medidas decisivas para proteger la Amazonía y garantizar su supervivencia a largo plazo, no solo como un ecosistema vital para la biodiversidad y el clima mundial, sino también como un tesoro invaluable de recursos naturales y culturales para las generaciones futuras.

La preservación de la Amazonía no solo es una responsabilidad ambiental, sino una necesidad imperativa para el bienestar de nuestro planeta y sus habitantes.