En las filas de los Olmecas de Tabasco, Pochi, la carismática mascota, es mucho más que un personaje; es una fuente de alegría. Este entrañable símbolo llegó al equipo como un embajador vivaz, encargado de elevar el espíritu de la afición olmeca.

Pochi, con su energía contagiosa, se ha convertido en un miembro querido de la familia olmeca, acompañando a los jugadores en cada encuentro y deleitando a los fanáticos con su espíritu festivo. Su historia es un recordatorio de cómo una mascota puede tejer lazos emocionales y fortalecer la conexión entre el equipo y su comunidad