En tierras tabasqueñas, el mes de enero trae consigo un encanto peculiar: la creencia popular de que los primeros 12 días predicen el clima del año. Los lugareños afirman que cada día representa un mes, revelando con sutileza las condiciones climáticas por venir.

Esta tradición refleja la conexión íntima que los tabasqueños sienten con su entorno. A través de observaciones simples, como la dirección del viento o el comportamiento de las aves, se forja una predicción informal que guía las expectativas climáticas.

Si el primer día es radiante, se augura un febrero soleado; si llueve el segundo día, prepárate para un marzo lluvioso. Este saber local, transmitido de generación en generación, refleja la sabiduría acumulada de vivir en armonía con la naturaleza.